• ROSITA QUIROGA

    Heredera directa de los payadores, cantaba a media voz, mezclando palabras del lunfardo con que se había criado en el barrio de La Boca.

    Grabó su primer disco en 1923, titulado “Siempre criolla, su primer tango fue “La tipa”, del guitarrista Enrique Maciel y letra de Enrique Pedro Maroni. Comenzó su carrera con Rosita del Carril, con quien formó un dúo. Aprendió a tocar la guitarra con Juan de Dios Filiberto. Fue ella y la compañía “Victor” quienes inauguraron en la Argentina las grabaciones eléctricas en 1926, en 1930 estuvo trabajando en el teatro Empire, tuvo continuidad hasta el 10 de febrero de 1931 cuando grabó 4 temas y prácticamente puso fin a su carrera, pero seguía presentándose esporádicamente en la radio.

    Fue la primera mujer que cantó tangos en LOX (luego LR10) Radio Cultura. “La Nación” del 27 de octubre de 1924 la ubicaba en el segundo lugar entre “los cinco números principales” del día -en que ella era el número principal de Radio Cultura- después de Terceto Arenas (guitarra y canto, por LOY Radio Nacional), y precediendo a Jazz-Band González por LOR Asociación Argentina de Broadcasting, American Jazz-Band Jacke por LOV- Brusa, y Enrique Delfino por LOW Grand Splendid.1

    En 1938 en Japón se convirtió en la primera intérprete que se escuchó. Fue impulsora de estrellas como Mercedes Simone, Oscar Ugarte, Dorita Davis y Agustín Magaldi. Retornó al disco en marzo de 1952 e hizo cuatro temas y se retiró unos días antes de su fallecimiento.

     

  • ALFREDO PALACIOS

     

     

     

     

    Polémico, a veces un tanto impredecible, el legislador, escritor, jurista y docente socialista Alfredo Lorenzo Palacios fue un ferviente defensor de los trabajadores. Su figura política intachable lo convirtió en una de las personalidades más reconocidas y respetadas de la Argentina durante el siglo XX.

    Alfredo Palacios fue uno de los más populares dirigentes sindicalistas del país. La legislación del trabajo debe mucho a su acción y su estudio.

    El 2 de mayo, el joven abogado Alfredo Lorenzo Palacios asume su banca de legislador por el Partido Socialista en el Congreso Nacional.

    LUCHADOR POR LA JUSTICIA SOCIAL: Con su bigote enhiesto, un mechón de cabello rebelde cayéndole sobre la amplia frente, su poncho de vicuña sobre el hombro y su chambergo mosqueteril, Alfredo Lorenzo Palacios fue considerado un referente moral ineludible para la política argentina del siglo XX.

    Luchó contra la injusticia social. Defendió la libertad y la dignidad humana. Se opuso al peronismo y a las torturas que éste infligía a los opositores, por lo que fue perseguido y debió partir al exilio.

    Nunca transigió en sus principios e ideales, ganándose el cariño del pueblo y el respeto de los que no compartían su pensamiento. Palacios nació el 10 de agosto de 1880 Buenos Aires. Estudió en la Facultad Derecho de la Universidad de Buenos (UBA) a la que escandalizó con su tesis doctoral:

     La miseria, situación de las clase trabajadora, la cual fue rechazada.

    LOS PRIMEROS PASOS LEGISLATIVOS
    En 1904, siendo muy joven, al ganar en la circunscripción de La Boca, y convertirse así en el primer diputado socialista de América llevó a su amigo Florencio Sánchez  a decir:«La Boca ya tiene dientes».

    Fue responsable de la sanción de las primeras leyes que regularon el trabajo femenino e  infantil; logró el descanso dominical suya la famosa Ley de la Silla, que procuraba un asiento para el personal en los lugar de trabajo, especialmente para las mujeres embarazadas. Muchos de sus proyectos aprobados en el Congreso fueron aprobados y convertidos en leyes, sin reconocerle crédito alguno por el peronismo.

    A poco de asumir su banca interpeló al ministro Joaquín V. González por la  represión policial contra los trabajadores  en la jornada del 1 de mayo de 1904. Interpelaba así al que había sido su admirado maestro en la Facultad y al ministro cuya iniciativa había podido ocupar un escaño en el Congreso. Se lo respetaba porque en sus denuncias fundamentadas de injusticias social de las libertades públicas conculcadas nunca descendía al agravio personal o la pulla ofensiva. Orador fogoso, siempre actuó como un caballero.

    ILUSTRE PROFESOR UNIVERSITARIO :
    Su carrera docente tuvo una larga y honrosa trayectoria, pero en 1910 otra vez rozaría el escandalo. Al ser nombrado profesor de Historia de las Instituciones resultó inadmisible, por ese entonces, que un socialista dictara cátedra en la Facultad. Por ello renunciaron figuras de notable prestigio. Llegaría a ser decano de la UBA en 1930. Ya en 1916 había creado la cátedra de Legislación del Trabajo en la Facultad de Ciencias Económicas de Buenos Aires.

    También fue profesor en la Universidad Nacional de La Plata, de la cual fue decano en 1925. El régimen peronista lo separó de las aulas, pero fue restituido por la Revolución Libertadora en 1955. Su férrea independencia de carácter se vio acentuada aún más en 1915 cuando Palacios aceptó batirse a duelo. Esto estaba reñido con el reglamento del Partido Socialista.

    En un gesto inusual renunció al partido y a su banca. Luego, Palacios crearía el Partido Socialista Argentino. Quince años después se reconciliaría con su viejo partido, siendo su candidato en las elecciones de 1931, lo que le permitió ocupar su escaño en el Senado. La carrera legislativa fue notable: diputado entre 1904-1908, luego entre 1912-1916 y finalmente, entre 1963-1965.

    Fuente: historiaybiografias.com

  • ALFREDO LÁZZARI

    Pintor italiano, nacido en Luca el 25 de mayo de 1871. Falleció en Buenos Aires, Argentina el 26 de junio de 1949.
    Estudió en las academias de bellas artes de Luca, Florencia y Roma.
    Radicado en la Argentina en 1897, se dedicó a la enseñanza y a la práctica de su profesión de pintor, así como también al grabado y a la cerámica. Desempeñó cátedras en institutos oficiales. Fue maestro y compañero de Miguel Victorica, Fortunato Lacámera, Quinquela Martín y otros artistas argentinos.
    Expuso en el Salón Nacional en 1938 y 1942. En junio de 1960 se realizó en la galería Van Riel de Buenos Aires una exposición retrospectiva. Se halla representado en museos de bellas artes de Buenos Aires, La Plata y Tandil. El grupo de pintores de la Boca tuvo su origen en la obra precursora de este artista quien ejerció gran influencia entre los aficionados y formó una verdadera escuela pictórica en esa pintoresca zona de la ribera de Buenos Aires.
    En noviembre de 1964 el Museo Nacional de Bellas Artes realizó una muestra retrospectiva de las obras de Lazzari, integrada por más de cien cuadros. Esta exposición puso en evidencia la obra de este pintor plena de elementos válidos y duraderos; los artistas y entendidos se sorprendieron ante la excelencia de su pintura, en esencia íntima, humilde y recatada, con un gran amor hacia las callecitas y patios del popular barrio de la Boca.
    Sus temas, rincones urbanos, silenciosas callejas, paisajes, se reflejan en sus trabajos con paleta armoniosa y recatadamente melancólica, nostálgica y poética.
    Sobresale por el tono costumbrista, pero hondo.
    Entre sus obras destacamos: Plaza España (1925); Esquina de Olavarría e Irala (1935); Motivo del Riachuelo (1937); etc.

  • JULIO CÉSAR VERGOTTINI

    Nace en Buenos Aires, el 6 de septiembre de 1905. Entre 1919 y 1923 se forma en ciudad de La Plata en escultura, dibujo y grabado como discípulo del escultor español Arturo González. Entre 1928 y 1935 viaja con su hermano, el dibujante Marius, a Brasil, Europa y el Norte de África. Asimismo visita Paraguay en varias ocasiones entre 1930 y 1934, donde expone la maqueta del Monumento a Los Caídos en la Guerra. En 1938 recibe el Primer Premio del Concurso a La Bandera y realiza el Monumento en la Plaza Colombia de Buenos Aires. En 1952 la Comisión Nacional de Cultura le otorga una beca. En 1955 realiza un viaje a la Antártida. Vive durante 30 años en la más original de las viviendas: las salas de máquinas del viejo Puente Pueyrredón, cerca del Riachuelo. Actualmente, allí funciona el Museo Casa Julio César Vergottini. Entre sus esculturas emplazadas cabe destacar el Busto del Almirante Brown en la Plaza de los Suspiros del barrio de La Boca (1950); el Monumento al Almirante Brown ubicado en Fox Fort, pueblo natal del prócer en Irlanda (1957); el Monumento a la Madre emplazado en Tres Arroyos, provincia de Buenos Aires (1960) y el Monumento a Alfonsina Storni emplazado en el cementerio porteño de la Chacarita (1963). Obras de su autoría integran además el patrimonio del Instituto Histórico Ciudad de Buenos Aires; el Museo de Bellas Artes “Benito Quinquela Martín”; el Museo de Bellas Artes “Pedro de Mendoza”, en La Plata; el Museo Municipal de Junín y el Museo Naval de Tigre. Fallece en Buenos Aires, el 3 de mayo de 1999.

  • MIGUEL CARLOS VICTORICA

    Nació en Buenos Aires el 4 de enero de 1884. Tras de estudiar en la Academia Libre de la Sociedad Estímulo de Bellas Artes -donde fue alumno de Angel della Valle, Reinaldo Giudice, Ernesto de la Cárcova y Esuardo Sívori-, vivió en Europa, entre 1911 y 1918.
    Aunque estuvo en París la mayor parte de este tiempo, también lo hizo en algunas ciudades de Italia y España. Ya de retorno en Buenos Aires, se instaló en el barrio de La Boca donde trabajó hasta su muerte.
    Victorica hizo su primera exposición individual en 1931, y obtuvo, una década más tarde, el Gran Premio de Honor del XXI Salón Nacional. Todos los temas desfilaron por su obra: la figura, el desnudo, el retrato, el paisaje, el bodegón, la naturaleza muerta y el motivo urbano.
    Uno de los más destacados artistas modernos de la Argentina, Miguel Carlos Victorica se inscribe dentro de las tendencias derivadas del Impresionismo. Pintaba sin prisa y sin pausa, con un sentido clásico y, pincelada como si ella fuese una certidumbre de lo ingénito del arte cuando es expresión viva de la finitud humana.

  • VÍCTOR CÚNSOLO

    Nació en Siracusa en 1898 y falleció en Buenos Aires en 1937. “Su familia se trasladó a la Argentina en 1913. Ingresó al taller de Mario Puccione en 1917 para estudiar dibujo y pintura. Trabajó en El Bermellón, el atelier de Juan del Prete, Víctor Pissarro, Salvador Cali y Guillermo Bottaro. En 1927 realizó su primera muestra individual en la galería La Peña. Expuso en el Salón Nacional desde 1927 hasta 1935 y participó de distintas muestras en Europa y América. Inicialmente impresionista, se volcó luego hacia una atmósfera metafísica, prefiriendo siempre los tonos grises y suaves. Uno de los temas recurrentes en Cúnsolo es el barrio de La Boca, que retrató con sobriedad y cierta melancolía, aunque siempre con una acentuada inquietud social. Una de sus obras más conocidas es La Vuelta de Rocha (1929). Entre sus numerosas creaciones, habitualmente protagonizadas por los barcos, el puerto y el río, sobresalen Niebla en la Isla Maciel Atardecer gris Anocheciendo ” (16).

  • FRANCISCO CAFFERATA

    Nacido en La Boca, es el primer escultor argentino formado en un medio académico, donde adquiere conocimientos sobre las principales tipologías de la escultura pública.
    De muy joven cursa estudios de dibujo con Julio Laguens y en 1877 viaja a Florencia donde asiste a los talleres de Urbano Luchessi y Augusto Passaglia, representantes del eclecticismo escultórico decimonónico. Durante su estadía en Italia ejecuta y funde el Monumento al Almirante Guillermo Brown , héroe naval que venciera en la batalla de Juncal.
    A su regreso a Buenos Aires, en 1885, trae consigo el bronce que es inaugurado al año siguiente en la plaza del pueblo de Almirante Brown, (actual localidad de Adrogué), siendo el primer monumento público realizado por un artista argentino.
    En Buenos Aires, en la Exposición Continental de 1882, Cafferata expone Esclavo (c.1882), una de sus obras más representativas por su fuerza expresiva y su técnica depurada. Premiada con la medalla de oro, la escultura representa a un esclavo de raza negra, desnudo y encadenado, sentado sobre su cadera con las piernas reclinadas y apoyado sobre su mano derecha.
    El rostro trasunta el cansancio de un aparente y transitorio reposo. Si bien Cafferata se apega a las normas académicas, la obra denota interés por la representación naturalista, particularmente en la posición escogida y en el sugestivo tratamiento del rostro del personaje.
    La obra se encuentra actualmente emplazada en el Parque 3 de Febrero, en la ciudad de Buenos Aires. Asimismo Cafferata realiza bustos de Bernardino Rivadavia, Manuel Belgrano, Mariano Moreno, Bartolomé Mitre, el poeta José de Espronceda y el pintor José Bouchet. No había cumplido los treinta años cuando se suicida en Buenos Aires.
    Estaba esculpiendo la figura del negro Falucho, trabajo que había ganado en un concurso. El monumento dedicado a Antonio Ruíz -soldado del regimiento Río de la Plata del Ejército Libertador que se negó a rendir honores a la bandera realista y fue fusilado en 1824- es concluido con algunas modificaciones por Lucio Correa Morales. Actualmente se encuentra emplazado en la Plaza Falucho en el barrio de Palermo.
    El 28 de noviembre de 1890 se suicidó. Su obra Falucho (que había ganado en un concurso) quedó inconclusa, siendo terminada, con varias modificaciones, por su condiscípulo Lucio Correa Morales.