CULTURA

  • PARROQUIA SAN JUAN EVANGELISTA

    En Buenos Aires, los primeros inmigrantes italianos se asentaron en La Boca. Hasta mediados del siglo XIX no había ninguna iglesia en esa zona, motivo por el cual los católicos del lugar debían concurrían al barrio de San Telmo. En 1858, a pedido de una comisión vecinal, se inaugura una capilla de madera con el nombre de Santa Lucía, sobre la Calle Larga (actual Avenida Montes de Oca) y en 1859 el padre franciscano Anselmo Chianea la traslada a la Boca donde levantó una capillita del tamaño de una pieza en Martín Rodríguez y Olavaría con tablas de pino donadas por los vecinos.
    La Parroquia San Juan Evangelista, ubicada en Olavarría 486, entre la Av. Alte Brown y Martín Rodríguez, es la primera iglesia del barrio de La Boca. Fundada a mediados del siglo XIX con el nombre de "Santa Lucía", se encontraba en la actual Av. Montes de Oca, siendo trasladada en 1859 a la calle Olavarría por el padre franciscano Anselmo Chianea. La capilla estaba hecha de tablas de pino y su reducido espacio hacía que los asistentes debieran escuchar la misa desde afuera. ⠀ En 1872 se la designó como parroquia "San Juan Evangelista" y se le solicitó a Don Bosco que los sacerdotes salesianos desplieguen la atención pastoral en la iglesia, convirtiéndose, de este modo, en la primera parroquia salesiana del mundo.
    La Parroquia San Juan Evangelista, ubicada en Olavarría 486, entre la Av. Alte Brown y Martín Rodríguez, es la primera iglesia del barrio de La Boca. Fundada a mediados del siglo XIX con el nombre de “Santa Lucía”, se encontraba en la actual Av. Montes de Oca, siendo trasladada en 1859 a la calle Olavarría por el padre franciscano Anselmo Chianea. La capilla estaba hecha de tablas de pino y su reducido espacio hacía que los asistentes debieran escuchar la misa desde afuera. ⠀ En 1872 se la designó como parroquia “San Juan Evangelista” y se le solicitó a Don Bosco que los sacerdotes salesianos desplieguen la atención pastoral en la iglesia, convirtiéndose, de este modo, en la primera parroquia salesiana del mundo.

    El 27 de diciembre de 1868, en los terrenos donados por los albaceas de Don Diego Britain, se colocó la primera piedra. En 1870 los habitantes del barrio reclamaron al entonces Gobierno de la Provincia una jurisdicción independiente. Concedido ese pedido La Boca alcanza la autonomía jurisdiccional mediante la ley que crea su Juzgado de Paz, separando a la circunscripción de San Juan Evangelista de la de Santa Lucía.

    Puede decirse pues, que desde el 29 de agosto de 1870, fecha de la promulgación de la ley, La Boca adquiere una vida institucional propia. Dicha norma fijó además los límites jurisdiccionales de la circunscripción y estableció como lugar de desarrollo de los actos electorales al atrio de la Iglesia. Desde entonces y por espacio de varias décadas allí se congregarán los ciudadanos boquenses en las convocatorias comiciales.

    Las dificultades para construir debidas a problemas de fondos, conflictos políticos y una epidemia de cólera llevaron a que fuera denominado “el templo imposible” o “la iglesia irrealizable».

    En 1872 el Arzobispo de Buenos Aires, Monseñor León Federico Aneiros, erigió oficialmente la Parroquia de San Juan Evangelista y designó Párroco al Presbítero Fortunato Marchi.

    San Juan Bosco en San Juan Evangelista

    El gran número de inmigrantes hizo necesario pedir sacerdotes a Europa. A fin de ayudar al Arzobispo de Buenos Aires, Don Juan Bosco, fundador de la Congregación Salesiana, aceptó que los salesianos asumieran en la parroquia San Juan Evangelista.

    En 1877, el padre Domingo Milanesio junto al futuro Cardenal Juan Cagliero, se hicieron cargo de los destinos de la iglesia, dando definitivo impulso a la construcción del templo actual.

    Los Salesianos pidieron ayuda al gobierno y a particulares -entre ellos Domingo Faustino Sarmiento y Bartolomé Mitre– y en 1882 se licitó el proyecto y la obra. Fueron adjudicados al arquitecto Pablo Besana, a pesar de haberse excedido en el precio límite fijado.

    El 11 de marzo de 1883, en un acto que contó con la presencia del Presidente Julio Argentino Roca, se colocó una nueva piedra fundamental. Su constructor fue el Padre Esteban Bourlot, cuyos restos están allí sepultados.

    El 17 de julio de 1886, Monseñor Aneiros bendijo la nueva iglesia en medio de una gran fiesta popular, convirtiéndose ésta en la primera parroquia salesiana del mundo. Fueron los salesianos los que acompañaron a los italianos en el recuerdo de sus costumbres y tradiciones, ofreciendo además una educación formal.

    Púlpito

    El púlpito tiene 8 metros de altura, fue restaurado por María Elena Mazzantini, Blas Carbonel y Carlos Blue en mayo de 2007. Se quitaron elementos agregados en otras restauraciones, se realizó la limpieza de tableros, la eliminación de pintura, el desmontaje y guardado del alero y partes confortantes, la limpieza del arcángel superior y finalmente se utilizaron para embellecerlo se respetaron las técnicas de tallado en madera policromada, estucos, pinturas y dorado a la hoja.

    Sicilianos

    Todos los 13 de mayo se realiza la peregrinación por Santa Lucía Siracusana  realizada por la parroquia y organizada por el Círculo Católico Santa Lucía.

    Órgano

    El Instrumento fue fabricado por la reputada casa turinesa de Carlos Vegezzi Bossi, entre los años 1897 y 1898 y fue inaugurado el 8 de septiembre de 1903. Consta de dos teclados con un total de 58 notas y una pedalera de 27 y 25 registros reales. Es uno de los pocos exponentes que quedan en el mundo fabricado por el reconocido maestro cuya fábrica se encuentra entre las mejores en el ámbito mundial.

    El instrumento no funcionó por treinta años. Fue 13 de diciembre de 1976, mientras se conmemoraba a Santa Lucia que se llamó a silencio. Y en 2006 el cura párroco Alejandro León consiguió un subsidio del Fondo de Cultura Buenos Aires y se pudo restaurar el instrumento de 2000 tubos.

    San Juan Evangelista une en el atrio a River y a Boca

    Los clubes River Plate y Boca Juniors, nacieron en este barrio. El 25 de mayo de 1901, se fundo el club La Rosales, en honor a una corveta de la mariana de guerra, según dice la placa que se encuentra en el atrio de la iglesia.

    Otro grupo de jóvenes que practicaban fútbol en el baldío de la barraca de carbón Wilson, quiso hacer del equipo un club, y lo llamó Santa Rosa, esto fue el 30 de agosto de ese mismo año.

    En mayo de 1904, La Nación publicó en sus páginas “Club Atlético River Plate con este título ha quedado constituido un nuevo centro sportivo, con los elementos de los clubs ‘Santa Rosa’ y ‘La Rosales’, centro que tomará parte activa este año en casi todos los torneos a realizarse. Esta tarde iniciará sus reuniones con un partido amistoso entre el primero y segundo team del club en el field social que posee en la dársena Sur.”

    Decidieron ponerle un nombre inglés que tomaron de unos cajones que había en el puerto de La Boca, y tenían escrito «The River Plate». Los colores de la camiseta fueron elegidos de la bandera genovesa, que es blanca con una cruz roja en el medio.

    El club Boca Juniors También puso su placa en el atrio de la Iglesia San Juan Evangelista, la misma dice que fue fundado el 3 de abril de 1905. Su camiseta era a rayas verticales blancas y negras, muy delgadas. Pero otro club de Almagro, tenía la camiseta igual. Decidieron hacer un partido por la tenencia de los colores y perdió Boca, que debió buscarse otros colores. Los componentes de nuevo club no se ponían de acuerdo. Entonces, uno de ellos, Juan Brichetto, que era el encargado de dar paso a los barcos en el dique de la dársena, propuso: «Mañana por la mañana, el primer barco que pase dará, con su bandera, los colores que buscamos». Todos aceptaron. El barco fue sueco: bandera azul y amarilla.

    El club Boca Juniors nació en un banco de la plaza Solís, de la Boca. Su primera cancha la tuvo en Wilde hasta el año 1916. La cancha de River Plate estaba en Dársena Sud y fue su presidente José Bacigaluppi, auténtico genovés, el que decidió trasladarla al baldío de Nuñez.

    Desde los mismos comienzos, los encuentros de Boca y River, constituyeron el «clásico» del fútbol argentino.

    Hechos desafortunados

    Lamentablemente, para todos los habitantes del barrio, el domingo 21 de octubre de 1951, durante una misa con la Parroquia colmada de fieles se produjo la caída de parte del techo de la Iglesia (lo llamaron Día de la Prueba), murieron 11 personas, entre ellos varios chicos, y hubo una veintena de heridos. Los motivos no se supieron. Fallas arquitectónicas o en el mantenimiento del edificio, falta de prevención ante la presencia de algunas grietas, dijeron algunos. Otro posible causal pudo haber sido el suelo de la zona ribereña, ya que el mismo es muy húmedo por la presencia del río, sumado al movimiento del edificio por el tránsito de vehículos (sobre todo de transportes).

    La imagen de los 11 féretros que eran trasladados hacia el cementerio con el cura párroco al frente de la caravana, mientras los vecinos lo abucheaban fue una imagen imborrable para los testigos. Recién en el año 1953 se produjo la restauración del templo.

    En 2000 la parroquia se cerró porque la cúpula sufrió severos daños el 16 de mayo, por causa de una sudestada. Por eso, desde esa fecha las misas se oficiaron en el gimnasio techado de la escuela parroquial, ubicada al lado del templo. Con la ayuda de los vecinos y el club Boca Juniors se contrató a  la empresa alemana Dörfler  que restauró la cúpula original, que era de pizarra metálica. Junto a ello se repararon los techos, el campanario y el frente.

    En diciembre de ese año por Decreto presidencial 1.296/00 fue designada por Fernando de la Rua como Bien de Interés Histórico.

    Placas

    Por ser parte de la historia del barrio y de la Argentina, en su frente se encuentran cerca de 50 placas recordativas de distintos acontecimientos importantes. Entre ellos caben destacarse: “A los sacerdotes que cooperaron con el Libertador General Don José de San Martín”… (1850-1950); “A los marinos mercantes caídos por defender nuestros derechos sobre las Islas Malvinas”; “La Boca a su templo parroquial”; “Agradecemos la llegada de los salesianos a La Boca – Armada Argentina”.

    Aunque pueda parecer un tanto extraño, el Partido Socialista porteño descubrió una placa en el templo en honor al primer diputado socialista de América, Alfredo Palacios. Fue allí, como conté, donde se creó en 1870 el primer juzgado de paz de La Boca y fue en ese mismo templo donde, el 13 de marzo de 1904, se celebró la elección que le diera el triunfo a Palacios

    Museo

    En el predio de la iglesia funciona un museo, que honra la memoria de Don Bosco y muestra la especial unión entre la vida religiosa y la vida cotidiana en su barrio, La Boca.

    Aloja objetos históricos de gran relevancia como por ejemplo la base original de la Virgen de los Mártires Navegantes, una trompeta de Fats Fernández, un cuadro original de Benito Quinquela Martín y un video que ilustra el proceso de restauración del templo  Se puede visitar todos los sábados. de 15.30 a 18:00 el teléfono es 4302 2194.

    Asimismo, posee un archivo fotográfico de más de 5.000 fotos de procesiones desde año 1900, y cuentan con un acta de registros de inmigrantes arribados a Bs. As. desde 1872 aproximadamente

    Primer Voto Femenino

    En 1911 la Municipalidad de Buenos Aires convocó a los vecinos para que actualizaran sus datos en los padrones, en vistas a las elecciones municipales de legisladores, llamó a que lo hicieran los ciudadanos mayores, residentes en la ciudad, que tuvieran un comercio o industria o ejercieran una profesión liberal y pagasen impuestos. La incansable Julieta Lanteri advirtió que nada se decía sobre el sexo. Entonces se inscribió en la Parroquia San Juan Evangelista de La Boca, que era la que le correspondía por su domicilio, y cuando llegó el día de las elecciones, votó en el atrio de esa iglesia. El Dr. Adolfo Saldías, presidente de mesa, la saludó y se congratuló “por ser el firmante del documento del primer sufragio de una mujer en el país y en Sudamérica”. La doctora Lanteri se dirigió a La Nación y La Prensa, por entonces los medios escritos más leídos, y contó el hecho. Poco tiempo después, el Concejo Deliberante porteño sancionó una ordenanza donde especificaba claramente que estaba prohibido el voto de las mujeres porque el empadronamiento se basaba en el registro de empadronamiento del servicio militar. Al enterarse de eso, Julieta Lanteri se presentó ante registros militares de Capital Federal, solicitando ser enrolada, y acudió directamente al ministro de Guerra y Marina. Claro, no la aceptaron.

    Pero Lantieri encontró otro resquicio legal y fue candidata en 1920, 1924 y 1926 del Partido Feminista Nacional, que ella misma había fundado, porque la ley prohibía a las mujeres votar pero no ser candidatas. De todas maneras, nunca logró obtener una banca

    © Miguel Cabrera

    Fuente: Iglesias de Buenos Aires

    Testimonio

    LOS PATIOS BOQUENSES

    El Padre Ripoll fue un impulsor incansable de este proyecto. Perteneciente a la congregación de la Parroquia San Juan Evangelista recorrió cada Conventillo del Barrio y creó lo que se pasó a llamar Los Patios Boquenses que consistía en brindar apoyo escolar a los numerosos niños que convivían en ellos. Se armaban mesas con tablones y caballetes en los patios por la tarde y maestros voluntarios que brindaban su trabajo con amor. Luego, utilizando las típicas sogas de colgar la ropa se extendía alguna sábana blanca, se armaba una improvisada platea y el padre Ripoll aparecía con un proyector de cine y un operador para pasar alguna que otra película de la época, luego brindaba su sermón evangélico.

    Cada patio era una fiesta y se recibía por turnos la imagen de la Virgen María que quedaba en guarda por un día en las piezas de cada familia y así se iban turnando, recorriendo por todos los conventillos del barrio su venerada figura.

    El Padre Ripoll promovía el evangelio entre las familias y nos convocaba a los niños a ir a misa todos los domingos. La Parroquia contaba con un cine y con patios con canchas de fútbol y se armaban equipos barriales, pero para participar había que ir si o si a misa, donde nos daban un cartoncito que debíamos entregar para poder jugar o ir al cine. Hermosos recuerdos de una Parroquia siempre presente ante las necesidades de la barriada.

    Orlando Gallaro
    (uno de los niños de Palos 460)